Desde el 2002, cuando Grabaciones la Voz de Dios emprendió la obra en mi país, me sentí dirigido a ofrecerme como voluntario para contribuir a la obra del Señor con lo que estuviera a mi alcance, así fuera con lo más insignificante. Me daba cuenta de que los creyentes llegaban de diferentes ciudades en busca de los libros del Mensaje o el material que estuviera disponible, así que ha significado mucho para mí poder ayudarles a conseguir este maravilloso Alimento.
Como es mi responsabilidad encargarme de este trabajo, he sido testigo de la bendición que reciben muchos de los que visitan la oficina con lo que Dios nos trajo por medio del Hermano Branham. Basta con entregarle un libro o un CD a alguien para tener la certeza de que podrá disfrutar en su casa el Maná fresco proveniente de la Presencia de Dios.
Siempre que despachamos cajas por correo a cualquier dirección, me cercioro de que el material haya alcanzado su destino y que el pastor o el individuo hayan recibido el material. Cuando les llega, me avisan y me expresan su agradecimiento por todo lo que VGR hace por la Novia de Cristo. He gozado del privilegio de viajar a lugares tan abruptos como la Amazonia y La Guajira, donde debemos cruzar ríos con animales peligrosos. Vamos a lugares donde circula la guerrilla y también hombres malvados que van al acecho para cometer sus fechorías. Sin embargo, ante todos los obstáculos, he visto la mano del Señor enviando a Sus ángeles para protegernos. Cuando visito las iglesias, me honro en ver los rostros de los creyentes, hablar con ellos sobre la obra mundial de VGR y compartir el gozo de formar parte del plan que Dios trazó para este día.
Las palabras que dijo el profeta William Branham verdaderamente cobran más realidad con cada día que pasa, ya que estas no fueron sus propias palabras, ideas o pensamientos, sino que provinieron de Dios mientras él le predicaba a esta generación. Siempre que entrego un CD o un libro del Mensaje traducidos a nuestro idioma, me siento honrado de que Dios me haya concedido tan incomparable bendición: colocar en las manos de alguien este Mensaje, el cual contiene las Palabras de Vida eterna, tal como nuestro amado Señor Jesús dijo una vez: “Las Palabras que yo os he hablado son Palabras de Vida eterna”. Así que progresaremos en la obra; “trabajaremos hasta que Jesús venga”.