¡Shalom!
En 1985, conocí este glorioso Mensaje del profeta que nuestro Dios envió. Pero al principio me extrañó porque nunca había escuchado algo así. Aunque solo era un muchacho en ese tiempo, algo me llamó la atención, así que decidí visitar una iglesia.
En ese tiempo conseguí un mensaje de nuestro profeta. Recuerdo a alguien que había conocido el Mensaje, pero no lo aceptó. Él me dijo que tenía literatura; por tanto, le pregunté si podía regalármela, pero se negó. Me dijo: “Puedo vendértela”, así que acepté y la compré. Oh, hermanos, fue tan glorioso tener un mensaje de este profeta.
Dios empezó a obrar en mi vida sobrenaturalmente. Sin saber lo suficiente al respecto, Dios me dio un sueño en el que alguien me dijo: “Prepárate para encontrar un lugar seguro porque tengo una bomba que destruirá las denominaciones pentecostales, bautistas, apostólicas…” (también mencionó otras). Vi lava volcánica descendiendo del cielo y me refugié bajo un tejado; pero me di cuenta de que cuando la lava cubriera todo, se derrumbaría todo eso, así que clamé a Dios para que no me dejara morir en esa condición. Aún no me había bautizado, y me desperté pensando al respecto; un temor reverencial inundó mi corazón y me sumí en desesperación por bautizarme. Me bauticé y desde entonces estoy sirviendo a nuestro Señor y creyendo el Mensaje de la hora.