Hermano German:

Ser distribuidor de VGR para mí es una experiencia sumamente gratificante porque “la Vida Eterna es vivir para los demás”, como el Hermano Branham nos dijo. Vemos la mano del Señor cuidándonos cuando viajamos para llevar la Simiente de Vida a nuestros hermanos. Da tanto gusto ver los rostros de los creyentes cuando reciben el Alimento Espiritual en su debido tiempo. Ha sido una bendición conocer y permanecer exactamente en Su voluntad perfecta, como dijo nuestro precioso Hermano Joseph. También sabemos por experiencia que siempre que hacemos algo para el Señor, el enemigo se presenta para contraatacar, lo cual nos ha infundido carácter y nos ha moldeado para asemejarnos más a Su imagen. Le agradezco a Dios por este trabajo y por la confianza que ha concedido en mis manos. Le agradezco especialmente al Hermano Joseph Branham; que el Señor Jesucristo continúe bendiciéndolo, guiándolo y cuidándolo.

Hermana Elsa:

Cuando el Hermano Joseph Branham me ofreció trabajar con mi esposo, aun considerando la obediencia que el Mensaje nos enseña, supe que eso era lo que debía hacer. Durante los momentos en que me sentía muy presionada, recordaba que había prometido trabajar con VGR. Hasta el día de hoy, nada ha podido frustrar el deseo de mi corazón de contribuir a la gran obra de VGR. No importa si cumplo la función de una tuerca o un tornillo en la Gran Máquina; aun así, formo parte de ella. Me encanta meditar en eso.

Gracias por permitirme colaborar en esta labor de proveer a la Novia con el Alimento. Sabemos que todo lo que el profeta dijo ha llegado y llegará a cumplimiento.

En 1991, VGR inauguró la primera oficina de Latinoamérica en Ciudad de México. En el 2006, nos mudamos a una tercera ubicación. El Hermano German Calva, con la ayuda de su esposa, la Hermana Elsa, y otro hermano que trabaja a tiempo parcial, se ocupan de la oficina de la segunda ciudad más grande del mundo. Pareciera que todas las carreteras concurren en Ciudad de México, la capital, así que mucha gente visita la oficina para conseguir material.

Hay unas 25 iglesias en el área metropolitana que vienen a recoger material. El Hermano Calva no solo administra la oficina, sino que suministra material a más de 300 iglesias y grupos del sur de México. Para llevarles a las iglesias el nuevo material que llega, él emprende por lo menos cuatro viajes que duran a veces dos o tres meses y en los que recorre en total unos 6.400 kilómetros. Ciudad de México es la única ciudad de Latinoamérica que el Hermano Branham visitó, lo cual ocurrió en 1956, cuando el niño muerto fue resucitado. En México, el ministerio del Hermano Branham aún tiene tanto efecto como en 1956.

Distribución:

Distribuimos el material entregándolo personalmente a los pastores y las iglesias. En nuestra camioneta diésel VW, recorremos muchos kilómetros por diversos terrenos del sur de México: zonas desérticas, llanuras costeras en Veracruz y la bota de México, en los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche, que son muy húmedos. Por esta área han pasado muchos huracanes y tormentas tropicales.

La mayoría de las iglesias a donde llevamos material se encuentran fuera de las vías principales. A veces citamos a los pastores con el Hermano Calva en una ciudad central para que reciban el material. Otras veces debemos visitar las iglesias individuales y de paso tenemos compañerismo.

La distribución puede dificultarse dependiendo del clima, las carreteras y la situación política. Debemos permanecer alerta por los peligros de las carreteras, y ya no podemos viajar de noche debido a los muchos riesgos que implica. México tiene un buen sistema  de carreteras y de autopistas; sin embargo, muchos creyentes viven en las montañas y en la selva, lo cual dificulta la distribución.