Después de enfatizarles a los jóvenes la importancia de este Mensaje y sentar las bases para el resto del día, ¡comenzamos de una forma muy especial!
Escuchamos el mensaje Ven, sígueme (63-0601). Fue una bendición ver a los jóvenes escuchar atentamente y levantar las manos para decir “AMÉN” a la Palabra.
Cuando el Mensaje terminó, oramos con el profeta, quien les reclamó a Satanás y a la muerte la vida de cada joven para Jesucristo. ¡Qué Mensaje!
Reclamo a cada uno de ellos, desde mi propio niño, que se encuentra aquí esta noche, hasta el último presente. Siento que Tú me los has puesto en las manos, para que los cuide. Reclamo a todos, de Satanás y la muerte, para que tengan Vida en Jesucristo. Amén.
Después del servicio de cinta matutino en la capilla, cantamos unas alabanzas y salimos a un lugar tranquilo, donde les indicamos a todos los jóvenes que buscaran un sitio junto a un árbol para sentarse y que se dedicaran al Tiempo a Solas con Dios. Había varios jóvenes arrodillados orando en silencio con sus manos levantadas, unos escuchando el Mensaje en sus celulares y otros sentados leyendo el Mensaje y la Biblia. Continuaron durante una hora. Cuando se acabó el tiempo, muchos jóvenes comentaron: “Necesitábamos más tiempo con Dios, la hora se pasó muy rápido”.
Inmediatamente después del servicio de cinta y el Tiempo a Solas, cuatro jóvenes decidieron bautizarse en el Nombre del Señor Jesucristo. Hubo un momento de júbilo en el campamento en el que se glorificó al Señor por traer nuevas almas a Su Reino. En seguida, todos los campistas gozosos acompañaron a los candidatos a un arroyo cercano para presenciar sus bautismos. Gloria a Dios, uno de los ministros presentes dirigió el servicio bautismal satisfactoriamente.
Regresamos al campamento para tomar un refrigerio que proveyó VGR. Después del almuerzo, los jóvenes se entretuvieron con un juego de señas; fue muy divertido e involucró a todos los campistas.
Las hermanas jugaron contra los hermanos. (El Hermano Maurice le mostraba secretamente a un hermano o a una hermana el título de un Mensaje. Luego, la hermana o el hermano actuaba o hacía un gesto [sin hablar] y los demás levantaban la mano para intentar adivinar el título del Mensaje). Nos divertimos y reímos mucho.
Premiamos con el alimento que sobró a los que contestaron correctamente un cuestionario sorpresa sobre el servicio de cinta de la mañana y unas citas aleatorias de varios Mensajes.
Durante el día, los jóvenes también se distrajeron con otros juegos que eligieron y ¡pasaron un rato maravilloso con el Señor! ¡Qué bendición!
Finalmente, anocheció y les dimos tiempo a los jóvenes para que se arreglaran antes de cenar.
Después de la cena, el jubileo continuó, pues los jóvenes se reunieron para confraternizar en la fogata. Pasaron un rato agradable cantando alabanzas de adoración y danzando alrededor de la fogata para glorificar al Señor Jesucristo.
Los jóvenes compartieron testimonios alentadores, poemas, cantos especiales y palabras de ánimo y, cuando la noche concluyó, nuestros corazones rebosaban de gozo, emoción y amor por el Señor Jesucristo y este precioso Mensaje de la hora.
Para concluir, agradecemos al Hermano Joseph por aceptar la invitación que recibimos de participar en este campamento.
Estamos muy agradecidos por la gran obra que está llevándose a cabo en nuestro país; es una gran bendición para todos los jóvenes.
Que Dios los bendiga grandemente,
El Hermano Maurice Phiri
Oficina de VGR de Lusaka, Zambia